Mikage salia pronto en la mañana a repartir periódicos, mientras que el pequeño dormía plácidamente, en llegar a casa hacia el desayuno y preparaba a su hermano para ir al colegio. Era el hijo que todos querrían tener, o al menos solo lo que algunos pensaban, lo que nadie sabia era que los hermanos recibían una cuantiosa cantidad al mes de dinero de un desconocido, de la cual Mikage solo utilizaba lo necesario para vivir y trabajaba para cumplir los caprichos de su hermano o los suyos. La primera vez que Mikage recibió el misterioso sobre con todo ese dinero, había una nota que decía "cuida de tu hermano, se fuerte Mikage" pero no había remitente, ni un teléfono, ni una dirección, solo el nombre de su destinatario, Mikage T. Libert.
En el segundo mes de su tercer año de vivir en aquel lugar, Mikage empezaba a sentirse mal en las noches, su espalda ardía con fuerza y ahogaba los gritos de dolor en silencio para no despertar a su hermano. ya había sentido aquella sensación, pero nunca como esa noche, el dolor era tan intenso que casi podía sentir el fuego quemando sus carnes, lo paso muy mal, pero en algún momento de la noche se le paso el dolor, estaba tan cansado de luchar con su dolor que se quedo dormido, pero el dolor no había acabado, ahora lo que dolía era su corazón, su mente atacaba a su corazón con sueños de algo parecido a un recuerdo, el recuerdo de sus padres, de cuando tenia mas o menos la edad de Nozomu, era feliz, lo sabia, pero sus padres empezaban a alejarse poco a poco y por mas que los llamaba y lloraba corriendo detrás de ellos, no conseguía alcanzarlos, solo pudo oír a su madre decir "adiós mikage, te quiero"
Mikage despertó con lágrimas en los ojos, no sabia si aquello solo era una mala pasada de su subconsciente o un autentico recuerdo, se dirigió al baño a ducharse, no quería que Nozomu le viese así. se quito la camisa del pijama y dejo que el agua enfriara sus pensamientos, había pasado una noche horrible, aun podia sentir el dolor de su espalda cuando las gotas de agua caían sobre su piel, solo se quedo ahí, pensativo, meditando.
-Mii-chaaan!! Mi-chan!! deja de gastar tanta agua!!!- los golpes en la puerta y la voz de su hermano lo despertaron, no sabia por cuanto tiempo había estado ahí, pero su cuerpo estaba helado y sus manos empezaban a arrugarse -lo siento nozomu! ahora mismo salgo!- dijo el mayor cerrando el grifo y saliendo de la ducha, seco sus cabellos con la toalla y se miro al espejo, parecía que el tiempo pasaba lentamente para el, aun aparentaba 17 aunque ya fuese un chico de 22- tengo espalda de niñ.... eh!?- al mirar su torso quedo pasmado, habían aparecido unas marcas que semejaban alas, unas alas negras extendidas con un circulo entre ellas -pero que....es esto?- en ese momento, desde las sombras, unos ojos violáceos le observaban, clavando se en su mirada a través del espejo - sorprendido?- dijo el hombre que había aparecido por arte de magia en su cuarto de baño- q...quien eres! que haces aquí!!!..c...como has entrado?- el hombre se arrodillo ante el, no aparentaba mas de 25 o 27 años- mi nombre es Abigor mi señor y he venido a comunicaros que debéis ocupar el trono del inframundo, vuestro padre el rey de las sombras ha muerto- Mikage se encontraba pasmado, no sabia que decir, pensaba que le estaban tomando el pelo -Mii-chan, que pasa? con quien hablas?- su hermano pequeño llamo a la puerta, pero al ver que habia alguien mas dentro decidió entrar-Que esta pasand...-Abigor se abalanzo sobre el pequeño y lo tomo del cuello, elevándolo en el aire casi por encima de su cabeza -así que este es el pequeño bastardo, se parece a su madre- a Mikage se le cayó el alma al suelo al ver como aquel hombre tomaba a su hermano del cuello casi asfixiandolo, el pobre Nozomu pataleaba he intentaba liberarse, pero le era imposible -PERO QUE COÑO TE CREES QUE HACES! SUELTALO AHORA MISMO!!- grito en un intento desesperado, pero él solo ajustaba mas su mano al cuello de nozomu, en ese momento sintió como su sangre empezó a hervir y las marcas de su espalda dieron lugar a unas alas de verdad, hubo un momento de silencio y lo siguiente que vio mikage fue el rostro del hombre dolorido y a nozomu en el suelo, inconsciente.
-Debes venir conmigo, tu sitio no es este y debes matar al bastardo que le costo la vida a tu padre- dijo Abigor mientras intentaba mantenerse erguido- Tus poderes están despertando, esto que me has hecho no es mas que el comienzo, ya no envejeces como los demás, y la prueba de lo que digo son esas alas negras de tu espalda...- Mikage sostenía a nozomu entre sus brazos, aun estaba inconsciente y parecía que tenia fiebre -Ese niño que sosteneis en vuestros brazos solo os causara problemas, debéis asesinarlo, es la vergüenza del inframundo!- Mikage miro con desprecio al hombre de los ojos violeta, le miro con tanto odio que la sangre de abigor casi parecía helarse -CALLATE! deja de insultar a nozomu! dices que soy tu señor? perfecto, pues tendrás que acatar mis ordenes, iré contigo, pero desde este momento nozomu vivirá una vida humana y normal, nadie podrá acercarse a el y cualquiera que lo haga sera sentenciado a muerte- mikage miro una ultima vez el rostro de su hermano pequeño y beso su frente -Debéis llevarlo con su madre pues, pero antes...- Abigor se acerco a el y puso su mano sobre la cabeza de nozomu, mikage se exalto pero antes de que pudiese decir nada el hombre empezó a hablar -Estoy borrando sus recuerdos, sera menos doloroso para vos y para el- el chico observo con tristeza a su hermano, al cual quería con toda su alma y del cual tendría que separarse posiblemente por el resto de la eternidad -Volveré por ti, no importa lo que pase-.
Era mas de media noche y habían llamado a la puerta de casa de colette, no se imaginaba quien podría ser así que bajo con cautela a abrir la puerta, cuando la abrió, había un niño con una manta por encima cubriéndole del frió y una nota, "cuida de el por favor". Colette descubrió el rostro del pequeño- N...Nozomu!! nozomu... mi... mi niño...- las lágrimas empezaron a invadir sus ojos y a recorrer sus mejillas mientras lo abrazaba, pero entonces se dio cuenta de que su temperatura corporal era alta, tenia fiebre. sin pensarlo dos veces la mujer entro en la casa con su hijo en brazos sin percatarse de que unos ojos carmesí llenos de dolor y tristeza la miraban desde lejos.
diooos! esto ha sido mas largo que una semana sin carne!!! XDDDD pero bueno, espero que os guste la segunda parte de la historia de Thanatos Voice
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